Relato Corto Blog de Ficción

Botón de reinicio

B

El cuarto en el que se encontraba el primer prototipo de una máquina del tiempo era inmenso.

«Tenía razón doctor,» dijo Jules. «Solo se puede realizar envíos al pasado.»

«Viajar en el tiempo es como lanzar una roca,» dijo Albert. «Necesitamos algo que pueda sobrevivir el lanzamiento.»

«Pero, doctor…» dijo Jules.

«Tenemos que arriesgarnos,» dijo Albert. «No le queda mucho tiempo de vida al planeta.»

En realidad, la Tierra estaba simplemente pasando por una transición. Aunque la posibilidad de quedar inhabitable para futuras especias aumentaba con la pérdida de las ondas electromagnéticas, y nadie sabía porque sucedía.

«Doctor…» dijo Jules. «Usted cree que se termine la vida en la Tierra.»

«No sabemos con certeza,» dijo Albert. «Esta vez es diferente.»

«Hemos salido de problemas más grandes,» dijo Jules.

«El problemas es que esta vez no tenemos una solución.»

Igual que en otras ocasiones, el mundo pasaba por una época de transición. Los humanos buscaban la forma de adaptarse.

«Es posible que solo sea mi pesimismo,» dijo Albert, mirando las cápsulas de fecundación. «Este experimento le va a dar una nueva oportunidad a la humanidad.»

«¿Cree que esos niños van a sobrevivir solos?»

«Esa es nuestra única esperanza,» dijo Albert. «Preparen la máquina del tiempo.»

El aro de metal en medio del laboratorio fue encendido y empezó a girar. El lugar tenía algunas computadoras con sus respectivos científicos evaluando el comportamiento del agujero de gusano.

«Manténgalo estable,» dijo Albert y se acercó a la catapulta mecánica que lanzará las cápsulas de fecundación.

«Doctor,» dijo Jules. «¿Usted cree que todo empezó así? ¿Estamos condenados a repetir nuestros errores?»

«Espero que no,» dijo Albert. «Empiecen el conteo regresivo.»

Pequeñas pantallas empezaron a mostrar los números, mientras el interior del laboratorio parecía ser succionado hacia el interior del agujero de gusano. Como si una fuerte briza estuviera creando un remolino.

«No podremos mantenerlo abierto por mucho tiempo,» dijo Jules.

Los números lentamente llegaron a cero, y la catapulta mecánica envió con fuerza las cápsulas de fecundación por la apertura del agujero. Luego, silencio.

«¿Funcionó?» preguntó Jules, y su realidad dejó de ser relevante. Adán y Eva regresaron al paraíso.

About the author

Sebastián Iturralde

Escritor de relatos enigmáticos, tejiendo narrativas cautivadoras que provocan el pensamiento y estimulan la imaginación. Revelando las profundidades de la experiencia humana a través de las palabras.

12 comments

Relato Corto Blog de Ficción

Acerca del autor

Sebastián Iturralde

Escritor de relatos enigmáticos, tejiendo narrativas cautivadoras que provocan el pensamiento y estimulan la imaginación. Revelando las profundidades de la experiencia humana a través de las palabras.